Aplicación práctica de la dieta baja en FODMAPs en deportistas.
Los estudios han mostrado como un porcentaje elevado (55%) de atletas que sufren problemas gastrointestinales eliminan de su dieta uno o varios alimentos altos en FODMAPs para reducir esos síntomas, la mayoría mostrando mejoría [2, 3]. La lactosa es la que se elimina con mayor frecuencia (86.5%), seguida de GOS (23,9%), fructosa (23%), fructanos (6.2%) y polioles (5,4%). Aún así, es necesario realizar más investigaciones sobre ello y siempre debe ser una tarea individualizada, diversos aspectos para minimizar los riesgos asociados con la restricción innecesaria de alimentos [12].
En algunos atletas, mantener una correcta ingesta de nutrientes y energía realizando una dieta baja en FODMAP puede ser complicado [6, 12]. Antes de valorar el uso de una dieta baja en FODMAPs, hay que pensar si otros factores pueden estar contribuyendo a los problemas gastrointestinales: hidratación, composición de la comida previa a la práctica deportiva, tipo y cantidad de CH consumidos… Antes de comenzar a realizar una dieta baja en FODMAP, valorar otras estrategias puede ser más interesante: reducir la fibra, dieta baja en residuos, método de entrenamiento del intestino… Si finalmente se considera la realización de una dieta baja en FODMAP, contar con el soporte de un profesional es clave para realizarlo correctamente (Figura 2).
Una dieta baja en FODMAPs clínica consta de tres fases: 1) dieta baja en FODMAPs; 2) re-introducción de alimentos y 3) adaptación de la dieta. Sin embargo, es probable que el uso de esta estrategia en deportistas no requiera una práctica tan estricta de la misma y se pueda realizar una aproximación diferente o aguda en lugar de ser de larga duración [12]. Por ejemplo, la lactosa y la fructosa pueden ser los únicos elementos que dan lugar a los problemas GI, de manera que puede ser suficiente con eliminar los alimentos muy ricos en lactosa y fructosa (leche de vaca, algunas frutas o ciertos productos deportivos). Por otro lado, los alimentos que dan lugar a los problemas GI pueden hacerlo solo cuando se ingieren antes o durante el ejercicio de intensidad, de manera que podría valer con reducir su ingesta los días previos a un evento concreto. En este sentido, es posible que sea necesario un periodo mínimo de 24h para eliminar los CH de cadena corta del tracto GI [3, 13]. Además de antes y durante, tras el ejercicio, cuando se requiera una rápida recuperación con una absorción óptima de nutrientes, puede también estar justificado eliminar los alimentos ricos en FODMAPs [9].
En resumen, la aplicabilidad de una dieta baja en FODMAP en el campo deportivo está todavía en su infancia. Sin embargo, el desarrollo de productos alimenticios deportivos con bajo contenido en FODMAP podría ser de interés [15]. De nuevo, debe valorarse siempre por un profesional y realizarse de manera que se minimicen las consecuencias negativas de esta dieta, considerando siempre la existencia de condiciones clínicas especiales (como enfermedades gastrointestinales) y el potencial riesgo de fomentar trastornos alimentarios al realizarse restricciones dietéticas [12].
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