Durante la fase lútea del ciclo menstrual, los días previos a la menstruación o periodo premenstrual, muchas mujeres (se habla incluso del 90%) experimentan síntomas muy diversos (se han descrito más de 300), tanto físicos, como emocionales y sociales: cambios en el apetito, tensión mamaria, dolor abdominal, de espalda y de cabeza (migrañas), retención de líquidos, entumecimiento de las piernas, náuseas, vómitos, estreñimiento, diarrea, hinchazón general, acné, hambre, cansancio, irritabilidad, ansiedad, insomnio, cambios de humor, pérdidas de memoria, antojos por ciertos alimentos, falta de libido, falta de concentración…
Es habitual que, en algún momento de nuestras vidas, todas las mujeres suframos en mayor o menor medida esos llamados síntomas premenstruales, que además de ser muy variables, también puede serlo la intensidad de los mismos. Aunque la mayoría de mujeres pueden seguir con su día a día, aproximadamente el 20% los experimenta con gran intensidad, afectando su calidad de vida. Si se trata de una sintomatología incapacitante, que dificulta a una mujer seguir con sus actividades y genera un gran malestar (físico, psicológico o ambos) y que ocurre durante la fase lútea del ciclo menstrual (pocos o varios días antes de la menstruación), es cuando se considera que se padece síndrome premenstrual (PMS, de sus siglas en inglés). En estos casos, siempre se debe consultar a un profesional. Cuando la sintomatología no es limitante, el término correcto es molimina. ¿Lo conocías? Estaría bien ir incorporándolo en nuestro vocabulario para dejar de normalizar el verdadero síndrome premenstrual.
La causa del SPM puede ser multifactorial. La más conocida es un desequilibrio hormonal entre estrógenos y progesterona, así como las deficiencias de algunos nutrientes como magnesio, calcio, omega 3 o vitamina D, entre otros. También se habla de causas genéticas, fluctuaciones en neurotransmisores como la dopamina y la serotonina y alteraciones tiroideas.
Aunque en ocasiones no es suficiente, la nutrición, el estilo de vida y ciertos suplementos pueden ayudar mucho a mejorar esta sintomatología. A continuación te dejo un pequeño resumen, pero cada uno de los puntos da para un artículo entero.
🏃🏻♀️Ejercicio: en general, se recomienda seguir practicando actividad física durante el periodo premenstrual y practicarlo de manera regular se asocia con menor sintomatología.
🍴Nutrición: cuidar la ingesta de macronutrientes y micronutrientes, en especial magnesio, calcio, hierro, vitaminas del grupo B y ácidos grasos omega 3, así como alimentos ricos en isoflavonas. Vigilar los niveles de vitamina D y, en algunas personas, la ingesta de proteína.
💊Suplementación: algunos suplementos pueden ayudar a mejorar la sintomatología, como el vitex agnus cactus, el magnesio, el azafrán… Recuerda que estos siempre deben pautarse por un profesional.