Todos asociamos el sistema gastrointestinal (GI) con las funciones de digestión y absorción de nutrientes, algo fundamental para la salud de cualquier persona y, en deportistas, también para su rendimiento. Sin embargo, el sistema GI tiene también otros efectos fisiológicos.
Como es habitual en la investigación, la mayoría de estudios sobre el sistema gastrointestinal (GI) se han llevado a cabo en hombres. En una reciente revisión (Pugh et al, 2021) se comenta lo que sabemos hoy sobre características específicas de la mujer deportista en relación con 1) la estructura y función del sistema GI, la composición de la microbiota o la aparición de síntomas gastrointestinales y 2) el impacto del sistema GI en otros órganos y sistemas, incluyendo los niveles de hormonas como los estrógenos, el eje intestino-cerebro, el sistema inmunitario e incluso la salud ósea y el descanso. A continuación expongo un resumen de los puntos más interesantes.
Estructura, función y tiempo de tránsito
Aunque existe mucha variabilidad entre personas, sí parece que, en general, el tiempo de tránsito a través del sistema GI es diferente entre sexos.
- En reposo, el vaciado gástrico y el tránsito por el colon son más lentos en mujeres
- El tránsito a través del intestino delgado no está claro que sea diferente, apreciándose en algunos estudios, pero no en otros.
- Estas diferencias pueden deberse al tamaño y longitud de los segmentos del tracto digestivo, pues el colon transverso es más largo en mujeres.
- Además, también existen diferencias de motilidad, mostrando las mujeres una actividad motora menor
Se ha investigado, aunque poco, si las hormonas sexuales tienen efecto en el tránsito GI, aunque los resultados no son conclusivos de momento. Sin embargo, es posible que, durante la fase lútea, cuando los niveles de progesterona son más elevados, el tiempo de tránsito se alargue.
En mujeres deportistas es importante considerar si estas diferencias pueden modificar las recomendaciones nutricionales globales, antes, durante y/o después del ejercicio, así como el timing de la ingesta.
- No se han reportado diferencias en la capacidad para absorber y utilizar carbohidratos ingeridos durante el ejercicio entre hombres y mujeres, pero otras muchas cuestiones se han investigado solo en hombres, como la absorción proteica, la síntesis de proteínas musculares tras el ejercicio, la ingesta de cetonas durante el ejercicio o ciertos suplementos.
Integridad intestinal
Durante el ejercicio, la sangre se redistribuye desde el sistema GI para utilizarse en mayor medida en los tejidos activos metabólicamente, como los músculos. Esto puede dar lugar a cierta isquemia GI, originando daño en los epitelios, translocación de bacterias y respuestas inflamatorias. Algunos estudios no reportan diferencias en los marcadores de daño y permeabilidad intestinal tras el ejercicio entre hombres y mujeres, pero falta por conocer si el ciclo menstrual o el uso de anticonceptivos orales tiene algún impacto en estas cuestiones.
Microbiota intestinal
La microbiota intestinal afecta de manera importante a las funciones digestiva, endocrina e inmunitaria de nuestro organismo. Además, actualmente se investiga su papel en el rendimiento deportivo, observándose una asociación entre un incremento en la diversidad microbiana, especies y metabolitos con el recambio proteico y la recuperación muscular.
Sin embargo, y para no romper con las costumbres, estos estudios se han realizado sobre todo en hombres. En humanos, todavía se conoce poco sobre las diferencias en la microbiota entre hombres y mujeres, pero algunos estudios preliminares parecen indicar que las mujeres podrían tener una mayor diversidad. Debemos tener en cuenta que la cantidad de variables que impactan el estado de la microbiota son muchas: dieta, ejercicio, medicación, ambiente… Sin embargo, algunos factores podrían explicar las diferencias entre hombres y mujeres, como son los siguientes:
- La velocidad del tránsito GI correlaciona con la presencia de algunos microorganismos y, como hemos explicado, es diferente entre hombres y mujeres, aunque otros elementos son también determinantes como el peso y altura, más que el sexo.
- Un factor que sí que podría tener un mayor impacto en las diferencias entre microbiota de hombres y mujeres es el efecto de las hormonas sexuales. Aparentemente, existe una relación bidireccional entre los niveles de estrógenos y la microbiota intestinal. La micriobiota puede sintetizar esteroides, modificando los estrógenos y expresando las enzimas responsables de regular el equilibrio entre esteroides activos e inactivos.
Síntomas gastrointestinales
Los síntomas digestivos que sufren las personas deportistas deben considerarse, tanto aquellos que ocurren durante el ejercicio como los que se sufren en el día a día. En algunos estudios parece que las mujeres tienen mayor prevalencia de nauseas, hinchazón y sensación de evacuación incompleta, lo que puede deberse a las diferencias en el tránsito y la motilidad intestinal, hipersensibilidad visceral, respuesta al estrés, cambios en la microbiota, factores psicológicos, alteración del estado de inflamación y la función inmunitaria, funciones motora y sensoriales intestinales y, de nuevo, el efecto de las hormonas. Además, parece que algunas patologías digestivas, como el síndrome del intestino irritable, son más prevalentes en mujeres.
Durante la menstruación, es más habitual sufrir algunos síntomas GI, como diarrea, dolor e hinchazón abdominal o malas digestiones, sobre todo en el primer día. En algunos casos, esto también afecta al entrenamiento. Por tanto, dentro de todo lo que falta por saber, también debe tenerse en cuenta el efecto del ciclo menstrual en los síntomas GI.
En relación con los síntomas GI experimentados durante el ejercicio, aunque no está del todo claro, parece que las mujeres los sufren en mayor medida. En corredores de maratón recreacionales, las mujeres tienen mayor incidencia de dolores abdominales, diarrea y nauseas. En la interpretación de estos datos hay que tener en cuenta que los estudios cuentan con un número bajo de mujeres, entre otros factores como el estado de entrenamiento; cuando este se equipara, los síntomas GI parecen ser similares en hombres y mujeres. Así, otros estudios no han mostrado diferencias entre sexos en cuanto a sufrir molestias digestivas durante el ejercicio. Dentro de este campo falta mucho por conocer: impacto del ciclo menstrual, de las estrategias nutricionales, etc.
Otro elemento que debemos considerar al hablar de síntomas digestivos es la tan prevalente deficiencia energética que sufren muchas mujeres deportistas, aunque también los hombres. Dentro de los síntomas y alteraciones que se producen cuando un deportista sufren baja disponibilidad energética se encuentran también los problemas gastrointestinales, como un vaciado gástrico retardado, estreñimiento y aumento del tiempo de tránsito intestinal, aunque todavía se desconocen los mecanismos. Además, existe evidencia creciente de que etapas de deficiencia energética pueden grandes alteraciones de la microbiota intestinal.
Efectos del sistema GI en otros sistemas del organismo
Existen numerosos mecanismos por los cuales el sistema GI puede interactuar de manera directa o indirecta con otros procesos que tienen lugar en el organismo, lo que también puede ser diferente entre hombres y mujeres. Así, existe una relación bidireccional entre el sistema GI, el cerebro y las hormonas sexuales, que podría jugar un papel más importante en mujeres deportistas y explicar algunas diferencias entre otros procesos fisiológicos, como la función inmunitaria, la incidencia de algunas infecciones, la respuesta a la suplementación con probióticos, la salud ósea y riesgo de fracturas e incluso el riesgo de padecer problemas de sueño.
Falta mucho por saber en este campo, pero futuros estudios permitirán tener en cuenta todo el abanico de factores que tienen que ver con la salud y el rendimiento de las mujeres deportistas, para así determinar unas recomendaciones e intervenciones personalizadas.